Con el fin de que el tiempo de vida útil de las flores dure más tiempo del habitual, existen una serie de técnicas y consejos que se pueden aplicar de manera rápida y sencilla. Por eso, en este artículo vamos a explicar cuáles son las diferencias entre flores preservadas y flores secas, para que podamos entender en qué consiste cada tipo y cuáles son las principales ventajas y desventajas de cada una.
Además también explicamos cómo se pueden combinar ambos tipos para conseguir una nueva y elegante composición floral.
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Diferencias entre flores preservadas y flores secas
El primer aspecto para poder establecer cuáles son las diferencias entre flores preservadas y flores secas es saber en qué consiste cada una de ellas.
Qué son las flores secas
Las flores secas son aquellas que, como su propio nombre indica, se secan a través de la deshidratación, mediante un método totalmente natural que consiste en colocarlas boca abajo. Además, para que su aspecto final sea lo más similar al original, se coloran y se fijan para que no se puedan diferenciar del resto de flores que no han sido sometidas a este tratamiento.
En otras palabras, podemos decir que las flores secas consisten en flores frescas que pierden la ración de agua con el fin de que puedan conservar un buen aspecto durante más años. Respecto a sus ventajas, destaca que son capaces de mantener su aroma más intenso y duradero que el de las flores preservadas. Por el contrario, son mucho más frágiles, por lo que hay que manejarlas con un cuidado extremo.
Sin duda, las flores secas son un truco muy efectivo para no tener que estar reponiendo las flores frescas que se marchitan constantemente.
Qué son las flores preservadas
Por otro lado, nos encontramos con las flores preservadas. El objetivo principal de este tipo de flores también se centra en durar mucho más tiempo, pero el método que utiliza es distinto al de las flores secas. El proceso en este caso es muy sencillo, aunque algo más complejo que en el caso anterior.
En primer lugar, es necesario cortar las flores en su momento más esplendoroso para poder rehidratarlas, es decir, sumergirlas en una mezcla de glicerina y otros elementos vegetales.
Esto provoca que el líquido sustituya a la savia en cuestión de pocos días, consiguiendo que tanto el aspecto como el tacto de las flores preservadas sea idéntico al de las flores frescas y recién cortadas. Aunque pueden durar algo menos de tiempo que las flores secas, lo cierto es que son bastante más flexibles, por lo que es más difícil y menos probable que se estropeen. Eso sí, utiliza químicos para colorear las flores.
Ahora ya sabemos cuáles son las principales diferencias entre flores preservadas y flores secas. A continuación, vamos a ver cómo podemos combinarlas para conseguir un elegante arreglo floral.
Cómo combinar ambos tipos de flores
Tanto las flores preservadas como las flores secas pueden utilizarse por separado. Sin embargo, en este post os recomendamos que las mezcléis para obtener un resultado mucho más impresionante. De esta manera, conseguiremos un toque rústico de las flores secas y uno más natural de las flores preservadas en la misma composición floral.
Además, cuando tengamos que cambiar las flores preservadas no tendremos que gastarnos dinero en las secas, ya que su tiempo es prácticamente indefinido.
La cantidad de composiciones florales que se pueden conseguir gracias a la combinación de flores preservadas y secas son muy amplias y variadas, desde escaparates comerciales hasta la decoración del hogar, pasando por centros de mesa y coronas funerarias.
Esperamos que este post os ayude a conocer las principales diferencias entre flores preservadas y flores secas, convirtiéndonos en un experto a la hora de elegir las mejores flores.
