Todos hemos escuchado hablar del seguro de decesos, aunque coloquialmente es más conocido como seguro de los muertos. Sin embargo, muchas personas se muestran reticentes a su contratación. Vamos a ver si es importante, cuándo y por qué.
Seguro de decesos: ¿qué es?
Es una póliza de seguros contratada con la finalidad de cubrir los gastos derivados de la prestación de un servicio funerario.
Con este seguro se evita a los familiares y amigos hacer frente a los elevados costes del sepelio y también se les simplifican los trámites burocráticos relacionados.
El importe cubierto por este seguro va a depender de la suma asegurada. Esta puede ser muy diferente en función de las preferencias que tengamos y también de los precios de los servicios en la localidad de residencia.
En resumen, los gastos para los que suelen tener cobertura un seguro de decesos son:
- Gastos del sepelio. Hacen referencia al ataúd, las flores y las lápidas, entre otros.
- Traslados. Cubriendo tanto el coche fúnebre del fallecido como los traslados de los acompañantes.
- Repatriación. Será necesario en caso de residir en el extranjero o viajar de forma frecuente.
- Incineración. Este tipo de servicio es cada vez más habitual.
- Trámites. Gestiones de carácter legal relacionadas con el fallecimiento, como el certificado de defunción.
- Información de gestiones. Como por ejemplo para las pensiones de orfandad y viudedad.
Aunque estos son los servicios básicos cubiertos por la mayoría de las pólizas, pueden estar incluidos otros como la asistencia en viajes.
¿Cuándo debes hacértelo?
Aunque no existe una respuesta clara a esta pregunta y son muchos los que recomiendan hacérselo a una edad próxima a los 40 años, lo cierto es que se puede contratar un seguro de decesos en cualquier momento.
Es más, lo aconsejable sería tenerlo desde la infancia, ya que la finalidad de este seguro es la cobertura de los gastos derivados del fallecimiento, y esto puede ocurrir en cualquier momento de la vida.
Además, si te preguntas para qué sirve la antigüedad en un seguro de decesos la respuesta es sencilla, para pagar menos en el futuro. Las primas de algunos tipos de seguro van aumentando conforme la edad del asegurado es mayor por lo que la antigüedad ayudará a que la prima no sea tan elevada.
¿Y qué sucede si no lo tengo?
En caso de no contar con un seguro de decesos que cubra todos los gastos del sepelio y los trámites derivados de él, los familiares o amigos del fallecido deberán encargarse de planificar y hacer frente a los costes. Los importes suelen ser elevados, costando de media 3500 euros, y la burocracia complicada en un momento tan delicado.
Por tanto, el seguro de decesos como cobertura de los trámites y gastos derivados de un fallecimiento, como la incineración o la lápida, tiene una función muy importante. Es recomendable realizarlo lo antes posible para estar cubiertos en cualquier momento de nuestras vidas y disponer de una antigüedad que nos ayude a no pagar de más en el futuro. Enviar Floristeria tanatorio M30