Los gladiolos son una flor de tallo largo y erecto con flores grandes y vistosas en forma de espiga. Las flores pueden ser de un solo color o tener varios tonos en una misma flor. Los colores más comunes son el rojo, rosa, amarillo, blanco y morado, pero también pueden ser encontrados en tonos anaranjados y azules.
Las flores de gladiolos son originarios de África y se cultivan en muchas partes del mundo como flores de jardín y como flores cortadas para arreglos florales. Se les considera símbolos de fuerza y valentía, y son a menudo utilizados en ceremonias funerarias.
En nuestra floristería Flores Tanatorio contamos con un amplio abanico de arreglos florales.
Tipos de gladiolos
Existen varios tipos de gladiolos, cada uno con características y colores únicos. Algunos de los tipos más comunes incluyen:
- Gladiolos grandes flor (Gladiolus x hortulanus): son los más tradicionales con flores grandes y vistosas en forma de espiga. Pueden crecer hasta 1,8 metros de altura y tienen flores que pueden ser de un solo color o tener varios tonos en una misma flor.
- Gladiolos nanos (Gladiolus nanus): son una variedad más pequeña de gladiolos, con flores más pequeñas y una altura máxima de 60 cm. Son ideales para jardines pequeños y macetas.
- Gladiolos de hoja ancha (Gladiolus papilio): son una variedad de gladiolos con hojas más anchas y flores grandes en forma de trompeta. Son ideales para jardines de clima cálido.
- Gladiolos araña (Gladiolus murielae): es una variedad de gladiolos con flores muy finas y delgadas en forma de espiga. Son ideales para arreglos florales.
- Gladiolos italianos (Gladiolus italicus): son una variedad de gladiolos con flores grandes y vistosas en tonos rojos, morados y amarillos. Son originarios de Italia y son ideales para jardines de clima cálido.
En general, la mayoría de las variedades de gladiolos requieren pleno sol y suelo bien drenado para prosperar. Los gladiolos son plantas perennes pero en zonas frías deben ser cultivados como anuales, ya que no resisten temperaturas bajo cero.
Cuidados básicos
Cuidar y regar las plantas es importante para mantenerlos saludables y asegurar una floración abundante. A continuación, se describen algunas recomendaciones para el cuidado de los gladiolos:
- Plantación: deben ser plantados en un lugar con suficiente luz solar directa y en suelo bien drenado. Es recomendable plantarlos en grupos de 3-5 bulbos por hoyo y a una profundidad de al menos 15-20 cm.
- Riego: necesitan un riego regular y suficiente durante todo el ciclo de crecimiento. Es importante asegurarse de que el suelo no se seque completamente, pero también es importante evitar encharcamientos ya que esto puede causar pudrición de las raíces.
- Abono: necesitan un riego regular de fertilizante completo durante el crecimiento. Aplicar un fertilizante rico en potasio y fósforo 2-3 veces durante el ciclo de crecimiento, especialmente durante la floración.
- Poda: Los tallos de los gladiolos deben ser podados regularmente para evitar que se doblen y se rompan. Los tallos deben cortarse justo por debajo de las flores marchitas para fomentar la producción de nuevos brotes y flores.
- Control de plagas y enfermedades: son propensos a ataques de plagas como pulgones y caracoles. Es importante mantener una vigilancia regular y tomar medidas preventivas, como el uso de pesticidas orgánicos, para evitar infestaciones. También es importante vigilar las señales de enfermedad, como manchas en las hojas o flores marchitas, y tomar medidas para tratarlas de manera oportuna.
- Invierno: son perennes pero no toleran bien las heladas, por lo que en zonas frías deben ser cultivados como anuales. Al final de la temporada, después de que las hojas se hayan marchitado, los bulbos deben ser retirados del suelo y almacenados en un lugar fresco y seco para el invierno.
