Son muchas las ocasiones en las que vemos cómo, al fallecer una persona conocida, se anuncia que sus restos mortales podrán ser visitados en una capilla ardiente montada ex profeso para la ocasión. En este post vamos a ver qué es una capilla de este tipo y cuál es su uso.
Qué es una capilla ardiente y para qué se usa
Al conjunto de ornamentos luminosos utilizados en el velatorio de una persona fallecida que tienen como objeto honrarle, antes de que sea incinerado o inhumado, se le llama capilla ardiente.
Actualmente, una capilla ardiente se suele montar cuando el finado es una figura relevante de la sociedad (actores, deportistas, políticos) con el fin de que sus fieles o admiradores puedan presentarle sus respetos.
Las capillas ardientes no tienen por qué montarse en iglesias u otros edificios religiosos. De hecho, lo normal es que se haga en teatros, cines, centros culturales, polideportivos o en cualquiera que posea la suficiente capacidad para albergar a un gran número de asistentes.
En los últimos años han sido muchas las capillas ardientes de personajes públicos que han sido instaladas en España, algunas de ellas con miles de asistentes que quisieron presentar sus respetos a las personas fallecidas.
Algunas de las más recordadas se montaron en honor de deportistas, como José Antonio Reyes; políticos, como Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón; y populares artistas, como los cantantes Manolo Tena y Camilo Sesto y el recordado cómico Chiquito de la Calzada.
Qué es necesario para montar una capilla ardiente
El montaje de una capilla ardiente presenta una serie de requisitos, como es la preparación de un espacio para la familia, unos ornamentos luminosos y el montaje de un catafalco.
Dependiendo de cómo se quiera montar la capilla ardiente, será necesario instalar sillas para la familia y las autoridades (si las hubiera), banderas, imágenes del fallecido, ramos y coronas de flores.
Es importante que en algún lugar (habitualmente la salida) se coloque el conocido como libro de condolencias, en el que los asistentes puedan dejar plasmadas unas breves palabras de condolencia hacia la familia o de recuerdo hacia el finado.
Históricamente, las capillas ardientes solían contar con elementos religiosos, especialmente con crucifijos. Sin embargo, en la actualidad se tiene presente las creencias de la persona fallecida, y en el caso de no ser creyentes se evitan estos símbolos.
Por qué se llama capilla ardiente
El término capilla ardiente procede de las velas que arden en el lugar, especialmente alrededor del cuerpo presente del fallecido, durante el tiempo que dura el velatorio, en las horas anteriores a la celebración del funeral y posterior entierro o incineración.
Durante muchos años los ornamentos luminosos eran candelabros, antorchas o las ya mencionadas velas. Sin embargo, en la actualidad es mucho más común que se utilice una iluminación eléctrica, como pueden ser luces o bombillas LED, que simulan ser candelabros o velas a la perfección.
Instalar una capilla ardiente en honor y recuerdo de una persona fallecida es una antigua tradición que sigue en plena vigencia a día de hoy, y que siempre constituye un gran consuelo para la familia y las personas más cercanas al difunto, que ven como el paso por la vida de su ser querido ha dejado una honda huella en muchas personas.