Ante el momento de despedir a un ser querido, surgen una serie de preguntas de tipo práctico que pueden causar confusión y llevan a tomar decisiones precipitadas. Esto ocurre, especialmente, respecto a las decisiones de enterramiento. Los nichos de cementerio son la fórmula más habitual para que reposen los restos mortales.
Sin embargo, existen diferentes tipos de nicho de cementerio y, además, hay que conocer los detalles de concesión de este espacio por parte de los ayuntamientos o las iglesias.
Tipos de nichos en cementerios
Existen diferentes tipos de nicho de cementerio en los que plantear un enterramiento. Aunque muchos son comunes en distintos territorios del planeta, las distintas fórmulas están cada vez más extendidas.
Desde opciones muy sencillas hasta las que permiten la colocación de accesorios para nichos de cementerio en los que colocar flores u otros recordatorios. En Floristería Tanatorio M30, expertos en arte floral funerario, conocemos los más usuales en nuestro país:
- Nichos: los nichos son la fórmula de enterramiento clásica. Se trata de construcciones que se elevan sobre el nivel del suelo, verticales y estrechas, y que permiten enterrar a diferentes difuntos en altura, unos sobre otros. Permiten pegar una lápida y en algún cementerio las flores para nichos se colocan en pequeños jarrones que van anexos a la propia piedra de la lápida. Suelen estar en el exterior.
- Columbarios: más pequeños en su formato, los columbarios se suelen situar bajo una cubierta y están protegidos de la intemperie, aunque también se pueden disponer al aire libre. Están pensados para el enterramiento de urnas con las cenizas de los difuntos.
- Panteones: los panteones son construcciones privadas que suelen tener espacio para varios enterramientos familiares y que cuentan con puertas, rejas y demás elementos de seguridad para colocar flores, fotografías o cualquier otro objeto sin que se pueda sustraer.
Cómo funcionan las concesiones de los nichos en cementerios
Exceptuando el caso de los panteones familiares, que sí se trata de una propiedad, los nichos no pueden ser de una persona o familia de manera perpetua. La titularidad de los mismos suele pertenecer a los ayuntamientos y, en algunos casos, a la Iglesia.
Por eso, lo que ocurre habitualmente es que los individuos obtienen una concesión por un tiempo determinado. Para ello, se debe realizar una solicitud y pagar una tasa establecida, que da derecho al uso del espacio para realizar uno o varios enterramientos.
Una vez terminada la concesión, la familia que tiene los restos mortales de sus seres queridos en este espacio deberá solicitar una prórroga, si esto es posible.
Cuánto dura una concesión y qué ocurre cuando termina
El tiempo de la concesión de un nicho de cementerio está regulado por los ayuntamientos y se fija a la hora de acordar la solicitud por parte de los interesados. Lo habitual es que se solicite el uso del espacio por un tiempo de diez años, aunque los márgenes van desde los 5 a los 75 años.
Cuando termina ese tiempo, si no se produce una solicitud y concesión de prórroga, se procede a la exhumación de los cuerpos y a colocar los restos mortales en una fosa común. De este modo, queda el espacio libre para futuros enterramientos, ya que el espacio es finito y no se pueden mantener los cuerpos en los nichos de los cementerios de manera indefinida.